DECADENCIAS IMPERIALES
No era el sol esta mañana iluminando el alto de las casas
con esa luz blanco abismal de día nuevo,
provocador de desafíos.
Era una fiera sin astucias, brutal, mordiéndose los dientes,
falsario mariscal de cínica sonrisa rompiendo y usurpando
la historia del hombre y su esperanza.
Tambor de muerte dispersando ecos inmóviles de silencio,
cuando rotarios de la infamia avanzaban
sobre los pueblos yacientes en las calles sin dar creencia
a sueños de derrumbes, mutilación de las culturas,
Bagdad, Beirut, mis padres, mis hermanos convertidos
en polvo de historias sucumbidas,
sin el precio alentador de la venganza.
NORMA MENASSA
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