A la mañana siguiente despertó en la habitación de Luisa y Alesio. Le dolía un poco el culo y comentó con Luisa el dolor y Luisa comenzó a reírse como una tonta y Catín muy sorprendida preguntó qué había dicho. Mira nena, le dijo Luisa, ayer hiciste un escándalo. Después de la reunión donde se decidió tomar Europa, nos quedamos charlando Alesio, corazón de miel, tú y yo. Vos enseguida te pusiste a gritar que te morías, que no te dejáramos morir y después con una insistencia, que sabes que a don Miguel no le gusta, le pedías que te cogiera por el culo para salvarte la vida. Creo que al final don Miguel aceptó. Estuvieron en esta habitación, vos gritabas mucho, parecías virgen de ahí, te dolía, él te decía que bueno, que entonces lo dejaran. Chúpame la pija, te dijo en un momento, o podemos tomar un cafecito. Pero vos, parece, estabas repirada. Llorando insistías: no importan don Miguel, reviénteme, pero no me deje morir. La verdad no sé si don Miguel pudo o no, luego vos llamaste a Alesio que estuviera con nosotras y estuvo y fue bárbaro, pero por esa cosa de los gritos y los llantos, nos cobró diez mil pesetas.
lunes, 25 de mayo de 2009
INTENTO AUTOBIOGRÁFICO NUMERO SETENTA Y UNO
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