sábado, 11 de abril de 2009

INTENTO AUTOBIOGRÁFICO NÚMERO CINCUENTA Y SEIS

29 de octubre de 2007, Madrid
-Es incalculable el dinero que hemos gastado hoy con tanto psicoanálisis gratis.
Alesio, vivía y no vivía.
Su función tenía que ver con algo referido al dinero, al trabajo, su medida. Para cumplir su función hacía setenta años que se lo mantenía fuera de toda contaminación con respecto al dinero. Ni darlo, ni recibirlo.
Alesio, vivía y no vivía, era perfecto. Una especie de milenario encantador de serpientes. Un hombre entre hombre, una mujer entre mujeres.
Pido un paréntesis para tratar de decir lo que me pasa en estos momentos (comienza a estar claro que mi nueva personalidad es ser Alesio, el novelista y cómo hago para hablar de mí si yo no me conozco. Desde hace siglos estoy sentado en el sillón de la izquierda, debajo de la ventana, siempre mirando para afuera de mí. Conozco, es verdad, el valor, el tono, el verdadero precio, de cada combinación producida por el otro. De mí nunca supe nada, nunca sentí o supe tener una sola idea en la cabeza. Siempre fue todo demasiado fácil, se trató siempre de escuchar. Tarde o temprano, alguien me diría la verdad, tarde o temprano alguien dirá la última mentira).

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