jueves, 8 de enero de 2009

INTENTO NUMERO VEINTIOCHO

Me molestó la escena y le di una patada en la mandíbula, todo era inútil, ahora ella era dos.
Monigote del tiempo, mi suerte estaba jugada. O yo estaba en el hospicio, o esos eran algo que no se puede decir exactamente humanos de la tierra.
Bien, grité, me doy por vencido ¿A quién tengo que matar ahora? ¿Esto es una invasión?
Háblame nena, decime que el amor existe, que entre tus piernas vibra, como de antaño vibra entre las piernas de una mujer, el universo. Dime una palabra dame una prueba carnal de tu existencia.
Ella arrancó sus ojos y los puso entre mis manos y yo comencé a llorar como un loco y nos abrazamos y bailamos hasta el amanecer, y nos tocamos y nos metimos uno dentro del otro y otro dentro del uno y fuimos todos y no fuimos ninguno y a la mañana siguiente, la reproducción había tomado proporciones incalculables. Millones y millones de seres iguales a ella me miraban extasiadas. A mí me tocaba ahora rey absoluto de la galaxia verde, conquistar la pequeña tierra, poner sobre la tierra el amor. Un niño y millones de locas, etéreas y lejanas, sexos de nubes, organzas y espejismos, y un niño, un arrebato de ser entre las piernas. Y cada vez que una de ellas me rozaba, nacía un nuevo ser. Pensé seriamente que si lo que me estaba ocurriendo era real, no habría seguramente comida para todos. Morir muere lo igual, seguí pensando y me quedé tranquilo.
Sentí un cansancio enorme de tanto sexo multicolor, de tanto sentimiento, y me quedé dormido.

2 comentarios:

  1. Una escritura que incluye el surrealismo, el psicoanálisis, toda la escritura producida hasta ahora, y todavía va más allá.
    "Morir muere lo igual"
    Gracias Viejo Feliz
    Saludos

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  2. Muchas veces estuve a punto de encontrar respuestas importantes, pero al formular formulaba una nueva pregunta

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